Cuando una pareja prepara el día más importante de su vida quiere que la comida sea la mejor, la decoración preciosa, la ceremonia emotiva, el traje espectacular. Quiere hacer un homenaje a los que más quiere y corre el riesgo de perder de vista un aspecto fundamental: el “timing” o los tempos, el ritmo del evento.

Aunque no es tangible lo consideramos clave para el buen desarrollo de cualquier boda y, por eso, lo hemos elegido para inaugurar el blog “Hablemos de bodas”.

Un óptimo control de los tiempos –timing- hará que todos los asistentes, novios incluidos, pasen un día inolviodable. Para ello el equipo de L’Ull Obert ha preparado el DECÁLOGO PARA UN “TIMING” PERFECTO.

En esta primera entrega os daremos los 5 consejos para que todo fluya como la seda hasta llegar al banquete:

1. Escuchar a los profesionales: peluqueros, maîtres, maquilladoras, videógrafos… Todos tienen una gran experiencia y conocen perfectamente los tiempos requeridos para realizar su trabajo.
2. Estar peinada y maquillada un buen rato antes de que llegue el equipo que os hará vídeo y fotos. Puede resultar algo incómodo pero es fundamental. Si se ajusta mucho el tiempo cualquier imprevisto en la peluquería o incluso en el camino de esta a casa puede trastocar todos los planes y, con ello, incrementar considerablemente el nivel de nervios, sudores y tensión facial para las fotos. ¡Relájate, hazlo con tiempo y disfruta!
3. La persona responsable de la ceremonia (sacerdote, concejal, juez de paz…) os comentará la duración de la misma, pero como somos educados y la teletransportación todavía no se ha inventado, hay que hacer una previsión calculando más tiempo. La firma, el arroz y recibir felicitaciones duran fácilmente 30 minutos. A esto hay que añadir el tiempo correspondiente al viaje hasta el lugar del banquete.
4. Si hay lecturas de amigos o familiares (a parte de las propias del rito en caso de ceremonia religiosa) pedidles que se moderen en la duración, marcad un tiempo e insistid que lo ensayen con cronómetro en mano y a viva voz para no excederse. Hay que tener en cuenta que los discursos muy largos suelen perder su fuerza y muchos asistentes dejan de atender.
5. Cocktail o fotos. No se puede hacer esperar a los invitados, y si se empieza a servir, los novios llegarán cuando éste ya haya finalizado. ¡Hay que elegir! Siempre tendrás la opción de cerrar otra fecha para hacer las fotos y poder tenerlo todo.

En nuestro próximo post trataremos la otra mitad de puntos de nuestro decálogo referentes a la buena planificación del banquete. También recibiremos encantados comentarios, sugerencias y reflexiones sobre éste u otros temas.